ARTÍCULO DE OPINION: La importancia de las guardias permanentes en centros de salud de atención primaria

 

La importancia de las guardias permanentes en centros de salud de atención primaria

Mag. José del Carmen López Urbina

Doctorante escuela de Postgrado UCV – Tarapoto

Taller Políticas Públicas y conflictos sociales

 Introducción

Los centros de salud de atención primaria representan el primer vínculo de contacto entre la comunidad y el sistema de atención médica, desempeñando un rol fundamental en la gestión de emergencias y la prevención de complicaciones graves. En zonas rurales o de difícil acceso, como muchas áreas alejadas de los hospitales de mayor complejidad, estos centros no solo son esenciales para la atención cotidiana, sino que se convierten en un recurso vital para emergencias médicas. La implementación de guardias permanentes, operativas las 24 horas del día, es crucial en estos lugares, ya que permite responder ante situaciones que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte. Desde complicaciones obstétricas hasta emergencias en el campo o mordeduras de animales venenosos, la capacidad de intervención rápida es lo que garantiza la seguridad y el bienestar de las personas en estas zonas (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2017; Jenkins et al., 2015).

En estas zonas, los accidentes de tránsito y laborales en las chacras son frecuentes, y las mordeduras de animales venenosos representan un riesgo grave para la salud. Estos eventos requieren atención inmediata, ya que retrasar el tratamiento puede tener consecuencias fatales o derivar en complicaciones severas que podrían haberse evitado con una intervención rápida. Sin embargo, en muchos de estos establecimientos de primer nivel, la atención está limitada a ciertos horarios, lo que deja a la población sin opciones durante la noche o en momentos críticos (Agudelo-Suárez et al., 2022). Implementar guardias permanentes de 24 horas en estos centros no solo permitiría brindar atención continua, sino que también garantizaría que los pacientes reciban tratamiento inmediato cuando más lo necesitan. En casos de accidentes laborales en el campo, el tiempo es un factor determinante para evitar complicaciones mayores, como infecciones o hemorragias. Del mismo modo, las mordeduras de animales venenosos, como serpientes, requieren la administración rápida de antídotos para prevenir la muerte o daños permanentes (Silva et al., 2017).

 

La iniquidad en salud es producto, en parte, de la falta de toma de decisiones de políticas públicas relacionadas a buscar mejores condiciones de vida para los ciudadanos, que incluyen la creación de sistemas nacionales de salud con base en atención primaria de salud (APS). La declaración de Alma Ata en 1978 marcó un hito en el debate sobre cómo deberían organizarse los sistemas de salud, reafirmándose a la salud, como "un derecho humano fundamental y que alcanzar el nivel más alto posible de salud es un objetivo social mundial más importante"; además, estableció que la APS es la estrategia base para alcanzar la equidad7. El informe de la OMS del 2008, denominado "Atención Primaria, más necesaria que nunca", puntualizó la necesidad de movilizar a los países en el fortalecimiento de la APS como eje de la atención de salud y garantía para lograr mejores resultados sanitarios (Cuba et al., 2018).

Se pueden identificar dimensiones claves de un sistema de salud basado en APS9; asimismo, organizarla por componentes, como se puede observar en la figura.

 

 

En el Perú, el MINSA y los gobiernos regionales cuentan con 7851 establecimientos de salud del primer nivel de atención, de los cuales 4350 (55%) no cuentan con médicos y funcionan con otros profesionales de salud y técnicos asistenciales. En la mayor parte de establecimientos de salud del área rural, las atenciones son brindadas por profesionales jóvenes, quienes tienen su primera experiencia laboral en el primer nivel de atención, frecuentemente con poblaciones de características sociales, económicas y culturales diferentes a las del profesional (Minsa, 2023).

Garantizar un acceso equitativo a los servicios de salud para las poblaciones que viven en zonas rurales y remotas sigue planteando grandes dificultades a los gobiernos y los responsables de la formulación de políticas de todo el mundo. La clave de este complejo problema es la escasez mundial de personal de salud bien preparado, capacitado y motivado. En 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que faltaban 18 millones de profesionales de la salud para alcanzar la cobertura sanitaria universal en 2030, principalmente en entornos de ingresos bajos y medianos. La escasez suele ser más acusada en las zonas rurales, remotas y de difícil acceso, donde la densidad del personal de salud suele ser inferior a la media nacional. Incluso en entornos en los que no se observan carencias a nivel nacional, pueden existir problemas de mala distribución que suponen un perjuicio para algunos grupos de población. Las poblaciones rurales, que suelen ser más pobres y gozar de menos salud, entran en esta categoría de manera desproporcionada (OMS, 2021).

La importancia de los establecimientos de Picota: puntos críticos para la atención de emergencias

En la provincia de Picota, en la región San Martín, varios establecimientos de salud son esenciales para la atención de emergencias, entre ellos el Centro de Salud (C.S) Shamboyacu y el C.S Tres Unidos, solo por citar algunos. El C.S. Shamboyacu, que en 2024 atiende aproximadamente 17 partos mensuales, es un punto crucial para la atención obstétrica en la región. En estas zonas, donde el acceso a centros de mayor complejidad es limitado y el transporte es difícil, la capacidad de intervención rápida en emergencias obstétricas es determinante para reducir la mortalidad materna e infantil. De hecho, la región San Martín tiene una tasa de mortalidad materna de 68 por cada 100,000 nacidos vivos, lo que subraya la necesidad de contar con atención médica continua (Ministerio de Salud, 2021; Escobar-Pérez et al., 2019).

Por su parte, el C.S Tres Unidos enfrenta otro desafío crítico: la atención de emergencias causadas por mordeduras       de       serpientes     y          otros   animales venenosos.  

En zonas rurales de la selva peruana, las picaduras de serpientes venenosas, como las de la "shushupe" o el "jergón", son frecuentes, especialmente entre trabajadores agrícolas. Estas situaciones representan una emergencia médica que requiere intervención inmediata, ya que el retraso en la administración de antídotos puede provocar complicaciones graves, desde necrosis hasta la muerte. Según datos de la Dirección Regional de Salud de San Martín, se reportan aproximadamente 120 casos de mordeduras de serpientes al año en la provincia, y el 30% de estos requieren ser trasladados a centros de mayor complejidad debido a la falta de recursos o personal capacitado en los centros de primer nivel (Mendoza et al., 2020).

 

“Personal de salud atiende un parto en condiciones precarias, reflejando las dificultades de las zonas rurales donde la infraestructura inadecuada y la falta de recursos limitan la calidad de atención”

 

El caso de Nuevo Chanchamayo: un ejemplo del sacrificio del personal de salud (ver video)

Otro ejemplo de las difíciles condiciones que enfrentan los establecimientos de salud en la provincia de Picota es el puesto de salud de Nuevo Chanchamayo, donde las emergencias pueden ser aún más complicadas debido a la geografía inaccesible. Una reciente nota de prensa destacó el sacrificio del personal de salud al atender a un neonato de sexo femenino de apenas 4 días de nacida con una infección grave, quien tuvo que ser trasladada durante 8 horas por un camino accidentado hasta Picota, para luego ser evacuada a la ciudad de Tarapoto. Este tipo de situaciones ponen de manifiesto los retos extremos que enfrenta el personal médico en zonas rurales, donde el mal estado de las carreteras y las largas distancias hacen que el acceso a los servicios de salud sea extremadamente difícil. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en San Martín, el 43% de la población rural vive a más de una hora de un centro de salud, lo que agrava las emergencias en estas áreas (Ministerio de Salud, 2023; INEI, 2020).

Este caso ilustra no solo el compromiso del personal de salud, sino también la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y garantizar que estos establecimientos cuenten con guardias permanentes, para que las emergencias puedan ser atendidas en el lugar y no dependan de traslados largos y peligrosos. Además, la igualdad en el acceso a los servicios de atención médica es clave. Las poblaciones rurales o alejadas de los grandes centros urbanos disponen de un acceso restringido a los servicios de atención médica, y las emergencias no esperan a que los centros de atención abran sus puertas (Jenkins et al., 2015). Garantizar que haya guardias las 24 horas del día permite que todos los miembros de la comunidad, independientemente de su ubicación o situación económica, puedan acceder a atención médica de calidad en el momento en que más la necesitan.

 

Emergencias médicas en áreas rurales: una realidad inminente

En áreas rurales como las de Picota, los accidentes en las chacras y las picaduras de animales venenosos son un riesgo permanente para la salud de la comunidad. La rápida atención es esencial para prevenir complicaciones graves o fatales. Sin embargo, muchos de los centros de atención primaria operan con horarios limitados, dejando a la población sin acceso a atención médica fuera de estos periodos, lo que puede resultar en consecuencias devastadoras. Las estadísticas revelan que, en el departamento de San Martín, el 70% de las emergencias rurales ocurren fuera del horario de atención regular, lo que evidencia la necesidad de una cobertura continua (Santos et al., 2019). La implementación de guardias permanentes garantizaría que los pacientes reciban tratamiento inmediato cuando más lo necesitan, algo crucial en casos de accidentes o emergencias graves.

 

“Las ambulancias en muchas zonas rurales se encuentran en pésimo estado”

 

El impacto de las guardias permanentes en la atención obstétrica y de emergencias

Los partos, como otros tipos de emergencias, no pueden programarse. Las complicaciones obstétricas, como hemorragias o partos prematuros, requieren intervención médica inmediata. En estos casos, la presencia de personal calificado durante todo el día es esencial para reducir la mortalidad materna e infantil. Las guardias permanentes aseguran que siempre haya un equipo preparado para atender partos y emergencias, lo que disminuye significativamente los riesgos para la madre y el bebé (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2018). En San Martín, se estima que el 15% de los partos presenta complicaciones que requieren intervención médica inmediata, lo que resalta la importancia de contar con guardias permanentes en los centros de primer nivel (Ministerio de Salud, 2021).

Además, las emergencias causadas por accidentes de tránsito, incidentes en el trabajo agrícola o mordeduras de animales venenosos también son comunes en estas zonas. Un establecimiento que opere solo en horarios limitados no podría garantizar la respuesta inmediata que estos casos demandan. Las guardias permanentes permiten que los pacientes sean atendidos de forma oportuna, estabilizados y, si es necesario, referidos a hospitales de mayor complejidad, minimizando los riesgos de complicaciones graves (Santos et al., 2019).

La equidad en el acceso a servicios de salud

La implementación de guardias permanentes en estos establecimientos es una cuestión de equidad. Las poblaciones rurales o alejadas de los grandes centros urbanos cuentan con un acceso reducido a los servicios de salud, y las emergencias no esperan a que los centros de atención abran sus puertas. Garantizar que haya guardias las 24 horas del día permite que todas las personas de la comunidad, sin importar su lugar de residencia o situación económica, puedan acceder a atención médica de calidad en el momento en que más la necesitan (Agudelo-Suárez et al., 2022). Este enfoque no solo fortalece la relación de confianza entre la comunidad y el sistema de salud, sino que también contribuye a mejorar los resultados de salud pública en la región.

Un sistema de atención primaria que está disponible las 24 horas del día genera confianza en la población, lo que se traduce en un mayor uso de los servicios y, a largo plazo, en una mejora en los indicadores de salud. Sin embargo, a pesar del compromiso del personal técnico y médico, muchos centros de primer nivel de atención enfrentan desafíos significativos, como la falta de médicos permanentes y de recursos suficientes. La implementación de guardias permanentes puede aliviar parte de esta carga, permitiendo una distribución más eficiente del personal y garantizando que siempre haya profesionales disponibles para atender las emergencias (Jenkins et al., 2015).

 

 “La inaccesibilidad en muchas zonas rurales, debido a caminos deteriorados y geografía difícil, impide que las emergencias médicas sean atendidas a tiempo” 

 

Desafíos y oportunidades

Normativamente, la Resolución Ministerial N° 13022018-MINSA establece que el Servicio de Guardia es una actividad de atención que el personal de salud lleva a cabo por requerimiento de la entidad, ya sea por necesidad o para asegurar la continuidad del servicio. Actualmente, la normativa contempla guardias comunitarias en centros de atención primaria, que pueden programarse hasta un máximo de ocho (8) guardias mensuales. Sin embargo, este esquema no permite la cobertura de 24 horas, lo cual es insuficiente en zonas donde las emergencias ocurren con frecuencia y fuera de los horarios habituales (Ministerio de Salud, 2018). Es evidente que la realidad en estas regiones demanda una modificación de la normativa para incluir guardias permanentes de 24 horas en establecimientos sin internamiento. Un aumento en el número de guardias, de 8 a 10 si la demanda y el crecimiento poblacional lo requieren, permitiría una rotación más efectiva de los equipos de salud, asegurando que siempre haya profesionales descansados y preparados para enfrentar las emergencias.


 Conclusión: una necesidad urgente 

La implementación de guardias permanentes en centros de atención primaria es esencial para garantizar que la población rural y las zonas de difícil acceso reciban atención médica continua y oportuna. Las emergencias, ya sean obstétricas, accidentes en las chacras, incidentes de tránsito o mordeduras de animales venenosos, requieren una respuesta inmediata que solo puede lograrse con un sistema de guardias las 24 horas del día (Agudelo-Suárez et al., 2022). Aunque las normativas actuales no contemplan guardias de permanencia para centros sin internamiento, la realidad demanda un cambio en esta política. La implementación de entre 8 y 10 guardias permanentes en estos centros no solo mejorará el acceso a la salud, sino que también salvará vidas y reducirá las complicaciones graves derivadas de la falta de atención médica oportuna. Este es un paso necesario para garantizar la equidad en la atención médica y fortalecer el sistema de salud en las zonas más vulnerables.

Referencias

Agudelo-Suárez, A. A., Gil-Gómez, L., Ronda-Pérez, E., & Vélez-Cardona, Á. M. (2022). Atención a la salud materna y perinatal en Colombia: Retos en zonas rurales. Salud Pública de México, 64(1), 12-21. https://doi.org/10.21149/11885

Cuba-Fuentes, María Sofia, Romero-Albino, Zoila, Dominguez, Rafael, Rojas Mezarina, Leonardo, & Villanueva, Rosa. (2018). Dimensiones claves para fortalecer la atención primaria en el Perú a cuarenta años de Alma Ata. Anales de la Facultad de Medicina79(4), 346-350. https://doi.org/10.15381/anales.v79i4.15642

Escobar-Pérez, C., Murillo, D. R., & Camacho, A. M. (2019). Factores asociados a la mortalidad materna en áreas rurales de Perú. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 36(2), 254-261. https://doi.org/10.17843/rpmesp.2019.362.4486  

Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). (2020). Encuesta Nacional de Hogares: Acceso a servicios de salud. https://www.inei.gob.pe   

Jenkins, R., Peters, T. J., & Smale, P. (2015). Emergency medical response in rural settings: The need for 24hour services. The Lancet, 385(9985), 1541-1547.  

Mendoza, F., Suárez, J., & Velarde, R. (2020). Incidencia de mordeduras de serpientes en la Amazonía peruana. Revista Médica de los Andes, 25(2), 90-95.  

Ministerio de Salud. (2018). Resolución Ministerial N° 1302-2018-MINSA.

https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/23 5066/Resoluci%C3%B3n_Ministerial_N__1302-2018MINSA.PDF

Ministerio de Salud. (2021). Informe anual de mortalidad materna en la región San Martín. https://www.minsa.gob.pe

 

 

 

 

Dr. CPC. Pedro A. Barboza Zelada

Doctor en Gestión Pública y Gobernabilidad

Docente Investigador

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